Hay personas diseñadas para cuestionar, y otras ( inocentemente) para ofrecer cientos de argumentos, a quiénes cuestionan.
Cuando el propio cuestionador, común en profesiones como: periodismo, ciencia, instituciones de seguridad, cuestionar figuras que representan autoridad, y otras, desconoce la clave / secreto de su propio proceso. Puede incorporar estrés mental, permanente, porque no tiene consciencia de su propio cuestionamiento. Alguien le dice, por ejemplo: no puedo dialogar con alguien que cuestiona todo, y ellos responden " Si yo no cuestiono!".
No solamente acumula su propio estrés, sino que estresa a los demás, que considera/ supone/imagina/proyecta, que tienen obligación de responder a todos los cuestionamientos que su mente Crea.
Hay cuestionamientos....y cuestionamientos.
Alguien que posea el proceso, y por otros mecanismos que contiene su naturaleza, le permiten comprender que necesita formarse y profundizar/ adquiriendo experiencia en la actividad a la que se dedica, su cuestionamiento tiene profundidad/ sabiduría/ experiencia. A quienes, por la geometría de su naturaleza, no realiza los pasos previos mencionados, y su vida se transforma en un permanente cuestionamiento de todo lo que desconoce. Es el clásico cuestionador político/ deportista / artista en general, y demás, y no se ha formado en ninguna de las disciplinas, para cuestionar con argumentos sólidos, firmes, sustentables, que permitan enriquecer el diálogo, para que pueda surgir un cambio. El cuestionador sin un trabajo personal, es el agnóstico, por ejemplo; o aquél que se tortura cuestionándose a sí mismo. Su mente no conoce PAZ. La frase que los representa " Yo no creo", " No le creo nada de lo que dice".
Si bien es mucho más extenso, la forma en que trabaja este proceso, una práctica simple, para empezar a reconocer/se: 1) te encuentras agotado en ofrecer argumentos permanentes al cuestionador? NO SE LOS OFREZCAS MÁS; 2) cuestionas sin tener consciencia de ello? OBSÉRVA/TE en lo que cuestionas.
Este proceso es común en la humanidad. Quienes no lo poseen en su geometría, son MENTES CON CLARIDAD, porque el cuestionamiento es un freno mental, para quienes no lo trabajan conscientemente.
No lo posees al proceso?: NO TE DETENFAS POR FRENOS AJENOS. Sí lo tienes al proceso incorporado a tu naturaleza: TRABÁJALO.