Cuando desconocemos en qué procesos internos podemos sostenernos. Y cuáles son más sensibles y necesitan mayores cuidados, por la vulnerabilidad. Es cuando se aprende a profundizar el mecanismo interno, que poseemos. Por ejemplo, si todas tus actividades diarias, las quieres sostener emocionalmente, y ése es tu lado más frágil, expuesto a vulnerabilidades. Es desconocer las consecuencias, inluso orgánicas, a las que expones tu cuerpo. ¿ DÓNDE HACEMOS PIE, EN NOSOTROS MISMOS?