CURIOSIDAD E INTIMIDAD



La curiosidad tiene sus límites

El límite es la intimidad del otro

Cuando no existe un trabajo personal con la propia curiosidad

Esa curiosidad produce malestares 

Para qué resulta práctico saber con quién alguien se acuesta y se levanta; dónde se encuentra; qué dijo acerca de algo; por qué no responde cuando le preguntan; con quién estará; y cientos de situaciones diarias

Que si observas los malestares que provienen de curiosidades ajenas

Ese mismo malestar lo experimentan los demás

Cuando la propia curiosidad INVADE INTIMIDADES ajenas