Cuando mañana se inicie sin mí
y yo no esté aquí para verlo,
si el Sol se alzase y encontrase tus ojos
rebosantes de lágrimas por mí;
ojalá no llores
como has llorado hoy,
al pensar en las muchas cosas
que no llegamos a decirnos.
Cuando mañana comience sin mí
no estaremos ya muy lejos
y cada vez que me recuerdes...
estaré ahí.