Historias reales. El Recaudador.


Esta es la historia de un hombre cuya profesión es la de contador. Joven, ambicioso, frío en su personalidad emocional.  Y Encontró seres dóciles a quien administrar en edificios habitacionales. Además de socios que construyan los mismos. 
Unidos en algo común. Uno construye, el otro administra.
Un recaudador no es sinónimo de administrador. 
Sin embargo, se necesita de espíritus conformistas para que un Recaudador despliegue su frialdad.

Su vida personal de a poco deviene en distanciamientos familiares. Y su actividad profesional recibe desprecios y comentarios peyorativos de la sociedad que lo va conociendo. 

De un edificio y otro se acumulan pedidos para que renuncie. Desconfían de su administración. Números que no cierran. Esfuerzos de quienes pagan y lo sostienen profesionalmente va agobiando corazones varios. 

Hasta que - siempre hay un día -  el Recaudador levanta su portafolio, cierra la puerta de su oficina. Indemniza a quienes lo acompañaban. No le dan tiempo a despedirse del núcleo de habitantes que siguen viviendo en los edificios. Porque un  Recaudador Mayor- el Estado- encuentra y comprueba las evasiones. Que él creía también evadía. 
Y los seres mansos y conformistas tuvieron el coraje para demostrar lo que un corazón cristalizado Se negaba aceptar. 
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Las historias relatadas que se Inicia un ciclo con ellas.
Responden a  personajes reales.
Interpretadas desde los códigos que poseen los involucrados.
En la forma de mostrar los distintos procesos
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Analía del Valle Jalil