Hacer más de un alto en el camino cada vez que lo sentimos.
Permite bucear en mares internos que muchas veces se escapan y los dejamos.
Creyendo que " está todo bien". Y de pronto sin pedirlo ni pensarlo.
Muestra que aún hay trabajo interno por hacer.
Y dejamos la rutina porque ya no satisface.
Saludos convencionales que no rozan la piel.
Afectos que existían porque había cercanía física.
Y se caen las máscaras que la distancia geográfica delimita.
Demandas de emociones se intensifican.
Reclamos inventados al primero que pregunte,
Un tiempo sin tiempo el alma experimenta.
Y rumbos desdibujados cual mapa nuevo que se muestra.
Si el deber ser es la única meta.
Voy ahora a la cultura del encuentro.
Analía del Valle Jalil