Cuántas veces desde que empezamos a responsabilizarnos con nuestro trabajo.
Empezamos a sentir la necesidad - y en muchos hasta el sacrificio de no disfrutar- que había que dejar como Legado casas - vehículos- propiedades.
Y sin darnos cuenta nos fuimos descuidando en Nosotros Mismos.
Dejamos de disfrutar - pasear - divertirnos - sentirnos bien con nuestra propia honestidad - dignidad - nobleza.
Lo intangible en definitiva.
Sin embargo, lo que no perece.
Nuestra propia historia de vida - al mirar hacia atrás- cuando recordamos a un ser querido.
Lo hacemos sintiendo los momentos felices compartidos, aquéllo que nuestra Alma atesora.
Sensaciones donde el corazón quiere salir por la boca, como dicen muchos.
Lágrimas de recuerdos felices lavan el rostro.
Cosquilleos que el Espíritu nos lleva hasta la cama.
Para soñar una vez más.
Con los mejores instantes que nuestra historia conserva.
Qué nos vamos dejando como tesoro en el historial de nuestra propia vida.
La que compartimos a diario.
Con quienes - aunque sea por un instante. vivimos con quien tenía que ser.
Analía del Valle Jalil
17 años como formadora en DISEÑO HUMANO VISIÓN HUMANISTA
ACTIVIDADES ON LINE en http://humana44.blogspot.com
CONTACTO: elfenixdormido@gmail.com